En un mundo donde dependemos del internet para estudiar, trabajar, entretenernos y comunicarnos, tener una conexión rápida y estable es más importante que nunca. Todos hemos sufrido alguna vez con una señal WiFi lenta o inestable, lo que puede resultar muy frustrante. Por eso, los avances en tecnologías de red son clave para mejorar nuestra experiencia digital.
Uno de estos avances históricos acaba de producirse en Japón. Un grupo de investigadores logró romper el récord mundial de velocidad de internet, alcanzando una increíble transmisión de 1,02 petabits por segundo (equivalente a más de un millón de GB), y lo más sorprendente es que lo hicieron a una distancia de más de 1.100 millas (1.800 kilómetros), algo nunca visto antes a esa velocidad.
Para que te hagas una idea, con esta velocidad podrías descargar todo el catálogo de Netflix —películas, series y documentales— en solo un segundo. Este logro no solo representa un récord, sino que marca un hito en el camino hacia una nueva era de conexiones ultra rápidas.
¿Cómo lo lograron?
El secreto está en una nueva fibra óptica de 19 núcleos. A diferencia de las fibras tradicionales que solo tienen un núcleo para transmitir datos, esta innovadora tecnología permite enviar múltiples señales al mismo tiempo sin aumentar el grosor del cable.
Imagina que conviertes una carretera de un solo carril en una superautopista de 19 carriles: se multiplica el flujo de información y se reducen las interferencias. Además, lograron mantener esa velocidad a larga distancia, algo que normalmente se pierde por la degradación de la señal.
¿Qué significa esto para el futuro?
Aunque esta tecnología aún no está disponible para el público general, su desarrollo promete revolucionar el acceso a internet en el futuro. Su implementación permitirá velocidades ultrarrápidas sin tener que cambiar las infraestructuras existentes, facilitando su adopción en todo el mundo.
Además, abre las puertas a aplicaciones avanzadas como la inteligencia artificial, la realidad virtual y los sistemas de datos masivos, que requieren cada vez más ancho de banda.
Sin duda, estamos frente a un gran paso hacia un internet más veloz, eficiente y global.